viernes, 22 de junio de 2007

Un pequeño punto: cementerio de ricos y pobres

Hoy estaba leyendo a unos compañeros de la universidad hablar sobre el fin del mundo. Parece que según las profecías de San Malaquías y el propio calendario maya, esta fecha no está muy lejana y se calcula allá por el año 2012. Sólo de aquí a seis años.

Han pasado muchos siglos desde que se creó la Tierra. Para algunos, fue la mano de Dios. Para otros, producto del big-bang. Y desde entonces, muchos hombres y mujeres han vivido en este gran trozo de roca. Y han modelado para siempre su aspecto y su historia, desgraciadamente.

Muchas veces mi trabajo me hace pensar en la avaricia del hombre. Todo el mundo quiere dominar al resto: intelectual, física o psicológicamente. Y siempre ha sido así. Desde sus inicios. Hay muchos libros escritos sobre como ser el mejor, el más grande. Desde “El arte de la guerra” hasta cualquier manual moderno de autoayuda. Y todo para ser el más grande. ¿El más grande?

Pero lo que verdaderamente me asombra, es el ansía de todo el mundo por ganar dinero. Mucho dinero. Por ser el más rico del cementerio. Por ser el más grande. Hay que comerse al pequeño. Y es algo que me asusta. Cada vez hay más y no reparan en nada. ¿Pero verdaderamente llegarán a ser los más grandes?

2 comentarios:

Andrew dijo...

Yo supongo que es ley de vida; la ley de Darwin en que el más fuerte sobrevive.

Por mucho que queramos instigar la filosofía de "ganar no es lo que importa sino el participar" en nuestros niños, ganar siempre es, y será, más satisfactorio.

Así, en teoría, se consigue lo que se dice en inglés "sort out the wheat from the chaff" (dejaré que lo busques en un diccionario porque no me da la gana buscarlo ahora y no sé traducirlo de memoria).

De todos modos, mis instintos colectivistas me empujan hacia ponerme de acuerdo contigo. Es una pena que la gente hoy en día esté más para el labor de "yo, yo, yo...yo el mejor, yo el más guapo, mi coche más grande que el tuyo" porque, aunque se base en instintos genéticos, no ayuda a la creación de una sociedad unida y cosida.

Pedro J. Martínez dijo...

Hola Andy.

Gracias por leer mi bitacora y comentar la misma.

Yo creo que más que genético es cultural. Puro reflejo de la sociedad actual, donde se ensalza al poderoso, al rico, al fuerte. Y los débiles cada vez son más débiles.

Salud

Pedro