lunes, 18 de diciembre de 2006

El espíritu navideño

Mi hija me dice que la Navidad ya está aquí. Que va a tener muchos días de fiesta y que los Reyes Magos le van a dejar muchas cosas porque se ha portado bien. Ah, y que Papa Noël no existe. Es mi amigo Mario Esteve disfrazado.

En fin, es cierto. Llega la Navidad cargado de sus tópicos y típicos villancicos, la cena de Nochebuena, el belén, los turrones, las luces de las calles, Ramón Garcia y su capa, el árbol de navidad…Parece que la Navidad es menos Navidad sin ellos y todos los años, a principios de diciembre, mi jefe se empeña en activar el espíritu navideño, colocando el árbol de navidad y sus adornos correspondientes. Más le valdría subirnos el sueldo a todos a principios de cada diciembre y vería él como se notaría el espíritu navideño. Hasta besos le íbamos a dar en el cogote en la comida navideña.

Este año me ha tocado a mí colocar el arbolito. Bueno, a mí, a mi jefe, a mi sub-jefa, a mi jefe de Alicante. Pero con tanto jefe ya os podéis imaginar quien ha sido el que lo ha hecho todo. Uno ha hecho lo que ha podido y además sin planos, pero creo que al final ha salido resultón…

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